Muchos son los rumores sobre la posible convocatoria conjunta de las ofertas de empleo público de 2019 y 2020 para Gestión de la Administración de la Seguridad Social, y al tiempo muchas las inquietudes que provoca en el cuerpo opositor éste cambio de rutina poco frecuente.
Si pretendes que aclare si dicha acumulación de ofertas se producirá, puedes ir cerrando éste artículo. Lo único que pretendo, que no es menos importante, es arrojar luz sobre las consecuencias (en todo caso buenas o en su defecto inocuas) que dicha acumulación puede conllevar.
En lo primero que tenemos que reparar es en la causas de dicha acumulación. Como consecuencia de la crisis del coronavirus ha habido un retraso notable en los procesos selectivos, y las convocatorias de muchas oposiciones se han demorado hasta llegar solaparse con la siguiente. Ello está haciendo que se adopten medidas poco habituales, como es la acumulación de plazas de dos ofertas en una misma convocatoria. Dicho de otra manera, se convocan plazas de la oferta que correspondería en el año en curso más las correspondientes a la oferta de empleo público que no pudo convocarse cuando debía. En ningún caso supone eliminar convocatorias, ofertas de empleo público y en definitiva eliminar las oportunidades para el cuerpo opositor.
En particular, en la oposición de Gestión de la Seguridad Social llevamos arrastrando desde hace años un retraso notable entre el año en que se aprueba la oferta de empleo público y el año en que se convoca, y una acumulación implica que todo pueda hacerse cuando debe, sin más.
Actualmente está pendiente de convocatoria las plazas correspondientes a la oferta de empleo público de 2019 y 2020, y en pocos meses se tendrá que aprobar la oferta de empleo público de 2021.
Que su convocatoria, de las ofertas de 2019 y 2020, se produjera de forma conjunta tendría consecuencias claras. Para el turno libre, alrededor de 300 plazas convocadas situaría el ratio de presentados en 4, el más bajo de todas las oposiciones del Estado. Es indudable que el nivel bajaría de una forma extrema, lo que nos hace pensar que en la práctica no llegará a cubrirse la totalidad de las plazas y muy probablemente gran parte de las mismas podrían quedar desiertas.
Dicho escenario es positivo para el cuerpo opositor, por dos motivos:
- En caso de que se cubran todas las plazas: es en todo caso bueno, tanto para el que consiga aprobar en esa convocatoria como para el que no. Baja el nivel de forma notable y ayuda a que los opositores recién incorporados tengan opciones muy reales de conseguir el aprobado. Al mismo, para los que no consigan aprobar, es una vía libre para la siguiente convocatoria dado que el cuerpo opositor quedaría mermado tras una convocatoria cubierta de 300 plazas y la siguiente convocatoria estaría a la vuelta de la esquina dado que pronto habrá de aprobarse la oferta de empleo público de 2021 y con alta probabilidad deberá seguir habiendo plazas para nuestros cuerpos en la medida en que las necesidades de personal se incrementan año tras año por el creciente aumento de las jubilaciones.
- En el caso de que no se cubran todas las plazas: en la práctica es una necesidad de personal no cubierta que habrá de tenerse en cuenta para la elaboración de las siguientes ofertas de empleo público. No tendría mayores consecuencias, ni positivas ni negativas, en la medida en que tal y como he indicado anteriormente, en unos meses habrá de aprobarse la oferta de empleo de 2021 y en 2022 si todo transcurre como es debido habrán de celebrarse los exámenes correspondientes a la misma.
En caso de que no hubiera finalmente acumulación de plazas, se plantearía un escenario poco frecuente, en la medida en que los exámenes correspondientes a la oferta de empleo de 2019 se celebrarían entre 2021 y 2022, y todavía quedarían pendientes de ejecutar las ofertas de empleo de 2020 al tiempo que se aprobaría la de 2021. Sería un retraso inaudito y poco útil en los tiempos que corren de fuertes necesidades de personal. Pero en cualquier caso, lo más importante, es que tampoco implicaría un perjuicio para el cuerpo de opositores.
En conclusión, no veo en este asunto un motivo de preocupación en cualquiera de los posibles escenarios que se abren ante nosotros, más bien al contrario. Puede convertirse en una oportunidad y en ningún caso ocasionará un perjuicio para nadie.
Seguidamente os dejo con la gráfica sobre las plazas convocadas para el Cuerpo de Gestión de la Administración de la Seguridad Social.